domingo, 24 de mayo de 2015

Santorini.


      Esa tarde había pasado por la agencia de viajes a buscar los últimos catálogos de cruceros. Mientras los hojeaba dejó volar la imaginación. En cada fotografía era él quien recorría las calles empedradas de Santorini, quien disfrutaba en alguna de sus paradisíacas calas, quien tomaba moussaka y tzatziki entre blancos y azules... Se imaginaba feliz. 
      A la hora del sorteo encendió la radio. La sonora retahíla de los números ganadores fue oscureciendo la expresión de su rostro. Suspiró triste y resignado. Seguiría soñando con  ese viaje mientras quedaran boletos. Se jugaba en cada uno de ellos sus ganas de vivir. 

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