domingo, 31 de enero de 2016

Anhelos.



Verme en tu mirada,
sentirme en tu piel, perdida ya,
respirar en tu aliento,
saberme libre aún sin serlo.

Reposar en nuestro lecho de curiosas multitudes.
Cosechar dudas e inquietudes,
cerrar  las puertas y las heridas,
saciar tus deseos aún sin ser tuya...
  
...Anhelos...

domingo, 24 de enero de 2016

Caprichos.


                


                                           Quisiera saber qué miran tus ojos
                                           en este instante.
                                           A quién observan y estudian...Si sonríes.
                                           Dónde, en qué lugar, lejano o cercano
                                           derrochas tu presencia... Si me piensas.
                                           Bajo esta luna que nos ilumina a los dos,
                                           donde quiera que estés
                                           te extraño.
                                           Y ella, como yo, se pregunta tristemente
                                           ¿Dónde y con quién estás amor,
                                           por qué no estás aquí?

lunes, 18 de enero de 2016

Tiempo.



Tiempo
que se nos va
que se nos escapa como el agua entre los dedos
los dos pensando, dudando, 
esperando que sea, confiando que llegue
y mientras, se vuelven niebla
las miradas, las caricias, las palabras,...
Tiempo
sólo tiempo
que nos aleja
que se nos va
que se nos escapa como el agua entre los dedos.

viernes, 15 de enero de 2016

La envidia no es sana...¿o sí?



       En sus últimos años de vida mamá se había vuelto cada vez más excéntrica. Su manera de vestir a destiempo a lo hippie, sus gustos musicales más propios de una adolescente que de una dulce viejecita y hasta sus elecciones del personal de servicio de la casona familiar así lo demostraban. Mario había sido su nueva "adquisición", todo un descubrimiento.
        Los ojos se me salían de las órbitas aquel día que se me ocurrió ir de visita y él me abrió la puerta. Podría haber resultado un hombre atractivo si no fuera por el absurdo delantal de encaje y la cofia a juego que mamá le había obligado a ponerse. Yo no conseguía salir de mi asombro.  "Es una joyita, igual saca brillo a los pisos como hace una paella riquísima...", me decía mamá encantada con el muchacho. Al parecer había obtenido la mejor nota de la primera promoción de esa nueva titulación en Servicio Doméstico que tanto había dado que hablar en los medios de comunicación en sus comienzos. Mario estaba realizando sus últimas prácticas obligatorias antes de iniciarse en el mundo laboral, aunque esto era solo pasajero porque realmente lo que quería era ser profesor de gimnasia, me contó muy orgulloso. Y eso sí que no lo dudé ni por un momento. Mis ojos, que habían vuelto a su sitio, lo examinaron de arriba abajo y de abajo arriba sin perder detalle,...¡qué brazos tan musculados y qué piernas se insinuaban debajo de ese vaquero! ...y lo mejor es que por increíble que me pareciera,  le daba a mamá la razón en todo, realmente la trataba como si fuera la reina de la casa ¡Por algo estaba ella tan contenta!
      No sé si de repente me he vuelto loca pero la envidia me corroe, así que estoy pensando que un día de éstos le voy a pedir a mamá que me preste alguna mañana a su "joyita" para, entre los dos, hacerle un buen repasito a mi apartamento, que le va haciendo falta... Le diré a Mario que el  delantal y la cofia las puede dejar en la casona que no las vamos a necesitar. Se me están ocurriendo un par de ideas para aprovechar bien la mañana... ¿Y por qué no? Siempre he confiado en mis capacidades. Igual hasta lo convierto yo a él en rey por un día.

sábado, 9 de enero de 2016

El mensaje.


"Cada vez que hablo contigo por teléfono me quedo con esa sensación amarga de lo que era nuestra historia y ya no es. Y lo que más me entristece es no saber por qué ha sido, qué pasó realmente. En nuestras conversaciones que ahora estan llenas de los típicos "todo bien" y "nada más" para darlas pronto por terminadas, ya no hay calor, ya no hay vida. Es mi sensación. Te recuerdo y pienso que tú ya no sabes nada de mi vida y yo muy poco de la tuya... Qué razón tienen los que dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor... Entre nosotras desde luego que lo fue. Desconocidas, en eso nos hemos convertido. Échale la culpa a las circunstancias, o échame a mi la culpa...como dice la canción. Ya no me necesitas para ser feliz. Ojalá lo seas."
        Había recibido este mensaje en su móvil media hora después de hablar con ella. Llegaron a ser las mejores amigas y confidentes, cómplices de día y de noche, compañeras en las batallas de la vida. Ahora sólo quedaba ese vacío del que ella hablaba. Corrieron el riesgo, traspasaron los límites aún sabiendo que podían perder... y perdieron.
        Decidió no contestar ¿Para qué? Estaba de acuerdo con todo lo que le había dicho. Nadie tuvo la culpa. Simplemente fueron perdiendo por el camino la confianza, la ilusión...y tantas otras cosas que las unían.... Y amores a la fuerza no tienen razón de ser. La conocía. Ella entendería su silencio y continuaría con su vida, la que fuera. Realmente ya no le interesaba. Se alejaría de ella y la convertiría en un recuerdo más. Uno de tantos guardado entre bolitas de alcanfor al fondo de su armario.