martes, 17 de noviembre de 2015

Historia de una lágrima.

     


    Por fin he conseguido levantarme. Me siento débil y cansada. Necesito tomar agua y comer algo. Arrastro mis torpes pies hacia la cocina y ahí están tus huellas. Supongo que anoche alguna gota del aceite de masaje resbaló por tus manos en el camino que recorrían hacia mi espalda y fue a parar al suelo. El contorno casi perfecto de tus pies, como si sobre la arena se hubiesen dibujado, me invita a seguir hacia el salón. Cada uno de esos pasos me devuelve a las risas y las miradas cómplices de nuestros juegos, buscándonos mientras buscábamos la cama.  No, no quiero recordar.
    Siento un vacío terrible en el estómago y una oportuna náusea hace que desista de comer... Tal vez una ducha me siente mejor. Ya en el baño me recibe tu imagen en ese gesto cotidiano de cerrar los ojos mientras el agua corre por tu cara. Te miro. Allí están tus ojos que también me miran y sonríen. Allí están, allí estás,  aunque yo cierre con fuerza los míos, queriendo no verte. 
    Desisto de la ducha y  vuelvo a mi cama, ahora tan grande y tan vacía... tus manos, tu boca, tu sexo,  tus ojos... en un continuo ir y venir, como flashes disparando desde mi otro yo, desde mi memoria.... tu olor entre las sábanas. Y tu presencia en mi piel y más adentro, allí donde tal vez esté mi alma.
     Mil preguntas sin respuesta resuenan en mi cabeza... Qué hago yo sin tí... Qué hago yo con mi vida sin tí... Qué hago en esta casa sin tí... Qué sentido tiene quererte así y no tenerte. Me miro al espejo y el espejo me devuelve la imagen de la mujer que nunca quise ser, vencida, frágil,...No estás aquí pero te escucho de nuevo decir: sé inteligente, sé más inteligente de lo que yo he sido y cuídate mucho...
     Y explota en un segundo tanta angustia. Lloro por fin, abatida, exhausta.  Pero en este momento no lloro por tí . Lloro por mí y por esta infinita sensación de soledad que me invade cuando tú no estás. Un escalofrío. Un temblor. Una única lágrima recorre mi rostro. Una, no más.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario